Sin Nico Laprovittola desde octubre. Sin Juan Núñez desde mediados de marzo. Sin Chimezie Metu desde finales del mismo mes. Sin Jan Vesely en la Copa del Rey y en el tramo final de la temporada. Sin Kevin Punter en los minutos finales del único partido de Copa. Sin Raulzhinho Neto, incorporación que sólo jugó ocho minutos. Sin Thomas Heurtel, que vivió un fichaje interruptus. Sin Dame Sarr, prometedor canterano que dio la espantada cuando empezaba a ser importante. Y, sobre todo, sin refuerzos ante todo eso.
Ni uno de los mayores ejercicios de resiliencia que se recuerdan ha podido salvar la convulsa temporada del Barcelona, que acabó este domingo en el Martín Carpena con la derrota en el tercer partido de su serie de cuartos de final ante el Unicaja. "No lo va a decir nadie, pero es un temporadón. Máximo respeto a sus jugadores, a su entrenador, a su staff... Hay que felicitar al Barça. Respeto y honores, porque es de irar", decía Ibon Navarro, entrenador de los malagueños, tras enumerar todas las desgracias que sufrió su rival.
No tengo ningún reproche para los chicos. Lo han dado todo. Muchos de ellos están reventados porque el momento es jodido
Porque, pese a todo, los azulgranas estuvieron a un tiro de meterse en la Final Four de la Euroliga y compitieron hasta el último instante frente a un Unicaja que aspira a ganar cinco títulos esta temporada. Tiene un enorme mérito que no tiraran la toalla pese a una interminable sucesión de catastróficas desdichas que encontraron la inacción como respuesta por parte de Josep Cubells, directivo de la sección, y de los responsables del club. Ir sólo con nueve jugadores sénior al último partido del curso es inaceptable.
Un balance impropio del Barça
Los números dicen que el balance este curso es de 44 triunfos y 34 derrotas, impropio del Barça. Es el segundo curso consecutivo que los culés terminan en blanco, algo que no pasaba desde hace 32 años. La Liga Endesa de 2023 es el último trofeo que entró en las vitrinas del Palau. La eliminación deja al equipo sin posibilidad de disputar la Supercopa Endesa de la próxima temporada. Otro título que no ganará. Datos hirientes para una institución en la que se pelea por ganarlo todo. Pero al entrenador se le fueron agotando los recursos y los jugadores acabaron vacíos.
Así lo entendía Ibon Navarro. Así lo dijo también Sergio Scariolo en su día. Así lo expresó la afición del Palau, que tras la contundente derrota del segundo partido ante el Unicaja, sacó pañuelos blancos. Iban dirigidos al palco, no a la cancha, donde, por supuesto, también hubo errores. La cantidad de partidos encarrilados que se le escaparon al Barça... Como ejemplo, el de este domingo en el Carpena.
El resumen de la temporada
"Si lo juegas cien veces, pierdes una. Puede ser un poco el resumen de la temporada, muy dura. Nos han pasado demasiadas cosas", decía Joan Peñarroya tras la eliminación. El técnico descargaba de culpa a su plantilla: "No tengo ningún reproche para los chicos. Lo han dado todo. Muchos de ellos están reventados porque el momento es jodido, pero esto es deporte. Es duro quedar eliminados en cuartos, pero esto sigue".
El Barça ha hecho un temporadón. Máximo respeto a sus jugadores, a su entrenador, a su staff... Hay que felicitarle. Respeto y honores, porque es de irar
Su continuidad, pese a este año de vacío, parece garantizada. Pero, en principio, el nuevo proyecto no tendrá muchos más recursos que los de este año. Mucho dependerá del futuro de Willy Hernangómez, del que el club se quiere desprender aunque él no quiere irse. Habrá que ver el futuro de Álex Abrines que, según Mundo Deportivo, se plantea la retirada. Resultará difícil mantener a Justin Anderson. Youssoupha Fall no seguirá. Tampoco algún canterano que, como casi todos, podrá rumbo a la NCAA. No invertir en el año del centenario de la sección sería señal de pasotismo. Otra campaña en blanco sería muy dolorosa.
Comentarios