El Caso Bosman cambió el mundo del fútbol a mediados de los años 90. La sentencia dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en diciembre de 1995, con el futbolista Jean-Marc Bosman como demandante, marcó un punto de inflexión en el régimen de transferencias y en la libre circulación de trabajadores dentro del deporte profesional.
Desde ese momento, por tanto, se lograron dos hitos: por un lado, la libre circulación de futbolistas en la Unión Europea, lo que conllevó a que se eliminaran los cupos de jugadores extranjeros comunitarios en las competiciones; por otro, se eliminó la obligación de indemnizar a los clubes cuando un jugador finalizaba su contrato. Es decir, los jugadores pudieron, a partir de ese momento, cambiar de equipo libremente sin que el club de origen percibiera compensación alguna.
Este lunes, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) organizó una jornada para hablar del Caso Bosman y de sus consecuencias. Un caso que comenzó en 1990, cuando Jean-Marc Bosman, que terminaba conrtato, decidió demandar al RFC Lieja. Su club le ofreció una renovación a la baja y el futbolista no aceptó. La intención de Bosman era firmar por el Dunkerque, equipo de la Segunda división sa, pero el RFC Lieja se negó por el derecho de retención.
Ahí comenzó una batalla que Bosman terminó ganando en 1995, cinco años más tarde, con su carrera prácticamente ya acabada. Bosman no pudo beneficiarse de la medida -su carrera prácticamente se acabó cuando se metió en el proceso judicial, de hecho- pero sí todos los futbolistas que llegaron detrás.
"Prácticamente no volvió a jugar"
La jornada organizada por AFE la abrió, tras el discurso inaugural de David Aganzo, Matteo Zacchetti, responsable de la Unidad de Deportes de la Comisión Europea, que explicó el origen del asunto y las dificultades que tiene ahora mismo Bosman en su día a día.
"En aquellos años los jugadores todavía eran rehenes de sus clubes cuando todos los trabajadores tenían derechos. Bosman pagó un precio muy alto a nivel personal y profesional a fin de librar a sus colegas de un sistema injusto. Eran rehenes de sus clubes incluso después de que sus contratos hubieran terminado. Cuando tenia 25 años y quiso fichar por el Dunkerque y su club pidió una compensación muy desproporcionada. Duró cinco años y fue excluido por la Federación belga y prácticamente no volvió a jugar a fútbol. Incluso hoy vive con una pensión social", apuntó Zacchetti en su intervención.
"La sentencia Bosman marcó un punto de inflexión, dejó claro que la autonomía del fútbol tiene límites y que debe respetar la libertad de circulación de los trabajadores", añadió.
"Está destrozado, FIFPRO le paga un dinero al mes para poder vivir"
El segundo ponente fue Juan de Dios Crespo, CEO y director del Departamento Deportivo en Ruiz-Huerta & Crespo Abogados, que ofreció más detalles del caso. "El RFC Lieja pedia 12 millones de francos belgas para irse al Dunkerque", recuerda. Y habló sobre el estado actual del exjugador belga: "Bosman está destrozado, FIFPRO le paga un dinero al mes, un mínimo, para poder vivir. Es más joven que yo y parece mi abuelo".
Crespo, además, desveló que hace unos años propuso que los futbolistas donaran el 10% de su salario de un mes y sólo tres futbolistas lo hicieron. Entre ellos, Juan Mata. "Eso a mí me dolió, me decían 'habrá ganado mucho'. Se beneficiaron de su lucha y luego no ha sido respetado. Bosman se pegó un tiro en el pie pero consiguió que otros lo lograran", explicó.
Juan de Dios Crespo habló sobre cómo se vivió en aquella época la medida: "Algunas personas dijeron que eso era acabar con el fútbol. Hubo incomprensión. El presidente del Dortmund dijo 'no quiero jugar un partido once brasileños contra once argentinos'. El del Bayern dijo 'si vienen once de la Unión Europea que son buenos, que jueguen los once', lo entendió mejor. El primer equipo que lo sacó adelante no fue un equipo de fútbol, fue un equipo de ajedrez".
"La selección ha tenido éxito a través de Bosman"
Uno de los grandes protagonista de la jornada fue Mateu Alemany, expresidente del Mallorca, exdirector general del Valencia y exdirector de fútbol del Barcelona, que ofreció la visión de los clubes en el asunto.
"En los años 80 el futbolista a los 32 años estaba retenido, no podía irse del club terminando contrato. Era lo que decía el club, punto y final. Esa era la situación que se cambió y yo lo pongo en valor. Al final el club también son los jugadores. Debía haber una situación equilibrada y la situación anterior era terrible", comenzó exponiendo.
Alemany cree que en su momento se hizo una valoración errónea de la Ley de Bosman, que se creyó que iba a perjudicar al fútbol español y que realmente los éxitos de la selección española han llegado tras esa sentencia. "La consecuencia más importante para los clubes en aquel momento fue la apertura del mercado. Las Federaciones han sido siempre recitentes, siempre han querido proteger a la selección. Lo cierto es que la selección ha tenido éxito a través de Bosman. Solo se vio que iban a venir jugadores extranjeros pero no se vio que íbamos a ser globales. Por un lado está la competencia que hace subir el nivel al jugador español y por otro que hay muchos jugadores que juegan fuera de España. Ese efecto en la Federación lo vieron mal. Es un hecho que no ha sido así", se extendió.
"La evolución del mercado ha llevado a que sea bueno para todos, clubes y jugadores. Para la economía fue excelente: hubo más oferta, los salarios se ajustaron, hubo posibilidad de poder acceder a más jugadores. A corto plazo el jugador español se vio en una situación de cierta inferioridad porque no tenía esa posición de fuerza de que sólo podían jugar tres extranjeros, pero a la larga ese efecto se ha diluido y la globalización es buena para todos", continuó.
También se refirió Alemany a los límites del mercado: "Mi opinión como club es que lo que no tiene ningún sentido hoy es que se sigan limitando. Abran el mercado. ¿Por qué no puedo traer a un coreano pero sí a un eslovaco? ¿O por qué limitar a los jugadores argentinos o brasileños? No tiene ningún efecto pernicioso para el jugador español, estoy convencido", opinó el exdirectivo de varios clubes de LaLiga EA Sports.
"La UEFA intentó sobornarle"
Sobre aquella situación de Bosman con la UEFA a principios de los 90, Vicente Montes, abogado especialista en derecho deportivo, desveló algún detalle truculento. "La UEFA intentó sobornarle, se publicó que le ofreció 40 millones y nunca se querelló", contó. "Lennart Johansson, presidente de la UEFA, dijo que era el fin del fútbol. AFE fue muy valiente. La Federación estaba totalmente en contra porque decían que la selección nacional se iba a ver afectada, los clubes decían que se perdía la identidad y era una de las cuestiones que se atacaba muchísimo", expuso.
También Gerardo Movilla, expresidente de AFE, formó parte de una de las mesas. "Muchos futbolistas se hicieron millonarios y había que haberle correspondido a Bosman el esfuerzo personal y profesional que tuvo. ¿Cómo le acogieron los futbolistas españoles? Sabíamos los que nos podían apoyar y los que no", relató.
Zachetti puso la guinda: "Siempre se haba de él como de un jugador de segundo o tercer nivel. Tenia 25 años cuando se vio involucrado y es verdad que su carrera no estaba despegando como se esperaba, pero había sido capitán de la sub21 belga. Era un buen jugador, podía haber tenido una carrera muy importante, se vio quemado por esto y fue una gran pérdida".
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