Contrabandistas de armas, comunista ilegal y padre del Brasil del 70 4k1i23

Por MIGUEL NGEL LARA

Cuando en 1923 un rapaz de poco ms de seis aos pasaba armas escondidas entre su ropa a los guerrilleros a los gauchos de Alegrete, en Rio Branco do Sul, nadie poda imaginar que Joao, hijo de Gaspar Saldanha, lder del Partido Libertador, sera un da el padre del Brasil del 70, el hombre que se atrevera a jugar con 'cinco camisas nmero 10'.

La vida de Joao Saldanha va mucho ms all de las batallas del banquillo, porque l vio la guerra de verdad, tanto en su pas como en Europa, ya que fue corresponsal de guerra en el desembarco de Normanda junto a las tropas del general Montgomery.

Criado entre armas y el movimiento de resistencia en la calle y en las aulas al dictador Getulio Vargas, Saldanha entr con 18 aos en la Alianza Internacional Libertaria junto a su hermano Aristides. Implicado en los movimientos brasileos antifascistas y contra el nazismo, su evolucin ideolgica le llev al marxismo-leninismo. En 1945, restablecidas las relaciones diplomtica entre Brasil y la URSS, Saldanha ingres en el Partido Comunista Brasileo, en el que fue creciendo hasta llegar al Comit Central, en el cual segua ejerciendo cuando la muerte le sorprendi en Roma durante el Mundial de 1990, acontecimiento que cubra para una radio de su pas. A pesar de la ilegalizacin, represin y la persecucin a los comunistas brasileos, especialmente a partir del golpe de 1964, jams renunci a su militancia activa, legal e ilega, en el PCB.

Futbolista de clase media, Joao Saldanha se convirti en un excelente tcnico. En el Botafogo arranc una carrera triunfal que nunca separ de su actividad poltica. En 1949 fue herido de bala por la polica en una manifestacin que protestaba por la creacin de la OTAN y lo que se consideraba un paso decisivo hacia la III Guerra Mundial.

Tras el fracaso del Mundial de 1966, la Seleao era un caos, una guerra entre Ro y Sao Paulo hasta el punto que ni el himno era respetado en los partidos. As, el presidente de la CBF, Joao Havelange, un hombre ms cercano al waterpolo que al ftbol, se puso el mundo por montera y recurri al periodista rojo, el aventurero del ftbol, al proyecto de actor para ponerse al mando de la seleccin brasilea.

Cuentan que aquella tarde, Joao Saldanha pidi un fotgrafo en la redaccin de su peridico, 'ltima hora', porque en la CBF se anunciaba el nuevo seleccionador. "Sabes quin es?", le pregunt el responsable de deportes. "Ni idea", respondi. Hora y media ms tarde, Joao Havelange le nombraba seleccionador. En esa misma rueda de prensa, a dos aos vista para el Mundial de Mxico de 1970, anunci los 22 que iban a ir, los once titulares y los once suplentes.

Arranc una etapa en la que Joao Saldanha recuper la magia de Brasil. Jugaban los mejores y sus ideas cambiaron el ftbol: "Nadie tiene una parte del campo propia. Cuatro hombres parados en fila slo sirven si para ejercicios militares, no para jugar al ftbol". Sus nueve primeros partidos fueron victorias, un rcord en el banquillo de una seleccin que dur hasta que lo super Del Bosque con La Roja en 2009, gan todos los partidos de la fase de clasificacin para el Mundial y se hizo tan popular en Rio como en Sao Paulo. Y sin embargo, no fue el seleccionador de Brasil en Mxico.

A pesar de que al dictador brasileo, Emilio Garrastazu Medici, senta una cierta simpata por el hombre que haba devuelto la ilusin al pueblo, tuvo que ceder a las presiones de su ministro de Educacin, Jarbas Pasarinho, que no ita la popularidad de un seleccionador que no ocultaba su devocin a Stalin y Mao. De hecho, estuvo en la Larga Marcha que condujo a los comunistas chinos al poder representando al PCB.

Antes del desenlace que acabara con la destitucin de Saldanha pocas semanas antes del Mundial de Mxico, la diplomacia brasilea se haba visto en problemas a causa de su seleccionador. En una entrevista en la BBC, junto a Alf Ramsey, se irrit cuando se acus a los rbitros brasileos de ser corruptos. "Inglaterra es un pas muy honesto verdad?. Por eso tiene tanta fama Scotland Yard en todo el mundo". Das ms tarde, el problema fue mayor. Invitado a un programa de gran popularidad en Hamburgo se le pregunt que pensaba del genocidio de los indios del Amazona. La respuesta hizo que el telfono del embajador brasileo en Berln no parara de sonar durante varios das: "En 469 aos de la historia de Brasil hemos asesinado a menos gente que los alemanes en 10 minutos de una de las muchas guerras que habis tenido".

Dentro, con un militar infiltrado en el cuerpo tcnico (el capitn de artillera Claudio Coutinho, que luego sera seleccionador), sus discursos no fueron ms suaves. Defensor de la igualdad racial, no dud, a pesar del rgimen 'problanco' de Garrastazu, en defender que los negros son superiores para el deporte: "Puskas y Di Stfano fueron muy buenos, pero ninguno de ellos se acerca a Pel o juega en la banda como Garrincha. Si los negros no son buenos en natacin es porque no se les deja acceder a las piscinas".

La ruptura definitiva lleg cuando el dictador brasileo, aconsejado por sus ayudantes, quiso que Dario un delantero del Atltico Mineiro fuera al Mundial pese a no estar en los planes del seleccionador. "Que el presidente elija bien a los ministros y no se meta en las cosas serias", contest Saldanha. Haban pasado 406 das desde que era seleccionador, su Brasil, el de los cinco 10 juntos, haba ganado 10 partidos de 11, pero su telfono son y Havelange le comunic que dejaba el cargo y que el nuevo seleccionador era Zagallo. El 'Lobo', polticamente mucho ms correcto, meti a Dario entre los 22 que fueron a Mxico, pero no jug un solo minuto. El equipo que asombr al mundo, el Brasil del 70, el que an hoy es una referencia de equipo espectculo, gan el Mundial jugando con Flix, Brito, Wilson Plaza, Carlos Alberto, Clodoaldo, Jairzinho, Gerson, Tostao, Pel, Rivelino y Everaldo. El mismo equipo que anunci dos aos antes, el da de su nombramiento, Joao Saldanha.

Sin quejarse de nada, regres a su mquina de escribir, a sus micrfono, su tabaco y a centrarse en el Comit Central del PCB en la clandestinidad, desde donde fue candidato a vicealcalde de Ro en 1985 en una candidatura de izquierdas que abogaba por la legalizacin del Partido Comunista en lo que eran los ltimos coletazos de la dictadura militar.

Mordaz siempre en sus comentarios y fiel a su mxima de "si hablas es para decir la verdad", no regateaba ningn tema hasta el punto de que no dud en decir y escribir, desde una total naturalidad, que en aquel mtico Brasil del 70 haba al menos tres parejas de jugadores homosexuales y que la mitad del equipo haba consumido al menos una vez en su carrera deportiva marihuana, cocana u otras drogas.