Por Miguel ngel Lara
Universindo y Lilian
A Pedro Seelig le encantaba el ftbol. Por eso, su presencia era habitual cada semana en el estadio Beira-Rio de Porto Alegre, casa del Internacional. Sin embargo no era un aficionado ms. Seelig era la figura clave en el sur de Brasil de la Operacin Cndor, el operativo organizado y desarrollado por las dictaduras sudamericanas con el apoyo de la CIA para luchar contra lo que llamaban subversin. A Henry Kissinger, premio Noble de la Paz en 1973, se le considera el padre de una operacin cuyas vctimas se cuentan por decenas de miles.
Seelig fue delegado de la DOPS (Departamento de Orden Poltico y Social), miembro de los temidos Escuadrones de la Muerte y responsable de la tortura y muerte de muchos detenidos. Su nombre de guerra era ‘Fleurys de las Pampas’. En su bsqueda de colaboradores encontr una ‘perla’ en un jugador que defenda los colores del Internacional de Porto Alegre. Le llamaban Didi Pedalada y su nombre era Orandir Portassi Lucas, un nio que haba crecido soando con ser un crack, que su habilidad con el regate hizo que se le pusiera el apodo de ‘Pedalada’, que apuntaba a gran estrella pero cuya estrella se fue apagando y con ella el sueo de vivir del ftbol. Seelig entendi que en ese jugador en decadencia y sin futuro poda hallar la polica un buen colaborador.
Didi Pedalada
Un lunes a finales de noviembre de 1978, el periodista Luiz Claudio Cunha, de la revista ‘Veja’, recibi una misteriosa llamada: “Te acuerdas de Didi Pedalada? Estaba en el operativo policial el da del secuestro de Lilian?”. Nada ms. El 12 de noviembre, en la calle Botafogo (nmero 621, bloque 3, apartamento 110), en el barrio de Menino Deus, el escuadrn de Seelig, con l a la cabeza, haba irrumpido en la casa de Universindo Rodrguez Daz (27 aos) y su pareja, Llian Celiberti (29), dos opositores a la dictadura uruguaya en esos das representada en la figura de Aparicio Mndez, colocado en la presidencia por las Fuerzas Armadas. Junto a la pareja fueron secuestrados sus hijos, Camilo (8) y sca (3). La operacin contra los dos del PVP (Partido por la Victoria del Pueblo), en la que tambin tom parte un comando uruguayo que entr de manera clandestina en Brasil, traslad a los secuestrados a Montevideo con la idea de ejecutarlos. Los dos nios fueron entregados a sus abuelos maternos das despus. Pero algo sali mal.
Aquella llamada puso en alerta a Cunha. l y el fotgrafo Juan Bapstista Scalco comenzaron a investigar qu haba detrs de aquella denuncia. Localizaron a Didi Pedalada y le propusieron un reportaje sobre el Internacional de Porto Alegre de finales de los 60 y principios de los 70, cuando fue el gran dominador del campeonato Gaucho. Pero ese movimiento puso en alerta a la polica, que protegi al exjugador dndole cobertura para que 'desapareciera'. Sin embargo, el caso salt a las pginas de la prensa y el escndalo hizo, posiblemente, que no se produjera la ejecucin. En Brasilia, el senador Paulo Brossard, denunci que mientras su pas negaba la extradicin a Alemania de Gustav Wagner (oficial de la SS conocido como ‘La Bestia’ y responsable del campo de concentracin de Sobibor, Polonia, donde fueron gaseadas 200.000 personas en la Operacin Reinhard), permita y colaboraba para el traslado ilegal de dos personas a Montevideo.
La prensa brasilea se desplaz a la capital uruguaya. El enviado de la ‘Folha da Manha’, Anilson Gantes da Costa, localiz a los hijos de los secuestrados. Camilo no dud al ver el rostro de Didi. Su padre y l eran fanticos del ftbol, haban ido mucha veces juntos a ver al Internacional y la cara de ‘Pedalada’ no era desconocida para l. Todo lo contrario. La historia de ese jugador que iba para fenmeno entre 1967 y 1971 la haba odo de boca de su padre y visto en peridicos y televisin.
Camilo y sca, con sus abuelos
A pesar de la vigilancia a la que fueron sometidos los periodistas (incluido el secuestro de una grabacin el 29 de diciembre de la casa en la que haba vivido el exjugador), el escndalo puso contra las cuerdas a polticos y militares, nico caso con ese final de los cientos que se realizaron bajo el manto de la Operacin Cndor.
Con el paso del tiempo la trama qued al descubierto totalmente. Las Fuerzas Conjuntas (Fuerzas Armadas y Polica de Uruguay) explicaron el secuestro a travs de los comunicados 1.400 (25-11-1978) y 1.401 (1-12-1978). No era algo habitual ya que se operaba en clandestinidad, pero lo que estaba denunciando la prensa brasilea converta el llamado ‘Secuestro de los uruguayos’ en un escndalo mundial. “Universindo RODRIGUEZ DIAZ y Liliana CELIBERTI ROSAS DE CASARIEGO y dos hijos menores de edad de sta ltima, habran desaparecido de la ciudad de Porto Alegre, se pone en conocimiento de la poblacin: que los mismos fueron detenidos por las Fuerzas Conjuntas al penetrar a territorio uruguayo, hallndose en su poder material sedicioso, que ratifica las informaciones que se posean sobre sus actividades en varios pases, integrando una vasta organizacin internacional marxista”, argumentaba el comunicado 1.400. Daba a entender que trataron en ingresar de manera ilegal en el pas y que fueron detenidos por un pasado que se remontaba a 1975 cuando se les identific en Buenos Aires en reuniones de grupos de izquierda.
La tortura iniciada el da del asalto (los secuestradores subieron a tope el volumen de la televisin para tapar el eco de los golpes y los gritos), se prolong en las dependencias policiales de Porto Alegre y despus en El Infierno, uno de los centros de detencin en Montevideo. Hasta que en 1984 no regres la democracia a la Repblica Oriental del Uruguay, la pareja no ‘volvi a la vida’. Universindo denunci que durante mucho tiempo fue sometido a largas palizas y despus era encadenado en posicin fetal, lo que le provoc daos irreversibles en las rodillas que el acompaaron hasta el da de su muerte, el 3 de septiembre de 2012.
El caso fue llevado a los tribunales, donde los responsables de la operacin fueron reconocidos por la pareja, pero no sufrieron condena alguna al estar protegidos por la Ley de Impunidad. En Brasil, en 1980, Didi Pedalada (muri el uno de enero de 2005) y Joao Augusto da Rosa fueron condenados por el secuestro, pero el ‘pez gordo’, Pedro Seelig, qued impune esgrimindose que los detenidos estaban en otro pas y no podan declarar.
Los periodistas Cunha y Scalco, los que abrieron la nica investigacin que hizo fracasar una accin de la Operacin Cndor, recibieron en 1979 el Premio Esso de periodismo, los ms prestigioso de Brasil. El autor de la llamada, Hugo Cores (un expreso poltico uruguayo que cruz la frontera huyendo de los militares), denunci a principios de los 90 que de los 180 compatriotas suyos que desparecieron en Brasil en operaciones conjuntas entre fuerzas brasileas y uruguayas, los nicos que aparecieron con vida fueron Universindo y Lilian. El 28 de diciembre de 2012, la juez Mariana Mota reabri el caso para encausar al capitn retirado Eduardo Ferro (al que fueron entregados los secuestrados en la frontera), el mayor Carlos Russel y el capitn Jos Walter Basasni.
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Castronovo
#25 el artculo se entiende perfectamente. Lo que no s entiende es el tono de tu comentario o que haces t en la web de un diario deportivo.
Josete2
Desde luego cuanto dao est haciendo la LOGSE. Que no se entiende el artculo? Alucino. Se entiende perfectamente, slo se necesita saber leer medianamente bien. Por cierto, el artculo en si no est mal, pero no est al nivel de la mayora de los que se han ido publicando en este blog.
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